La vida merece vivirse

La vida merece vivirse

Estoy triste: una persona a la que yo quiero mucho, está desanimada y desconfiando de todos y de todo.  

Dice que ha tocado fondo, que no tiene ganas de nada, que todo le ha salido mal, que la gente en la que ha confiado la han engañado… y, da la casualidad, que en estos días he compartido por las redes sociales mucho con gente muy herida.

La vida, a veces nos da muy malas cartas, y en los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento. 

Hay que pensar con calma, porque siempre para todo hay una manera, luego también habrá una solución…

Lo malo de estas cosas, es que nos hacen desconfiar de la gente, y nos llenan de desánimo y de una tristeza infinita.   

Vivimos en unos momentos malos, donde la honestidad  ya no es para muchos motivos de orgullo, y la gente no valora las cosas bien hechas.  

Creo que hay que levantar la cabeza, tener esperanza y seguir luchando con alegría confianza y fe. 

  

Tengo que creer que, porque una persona o un  grupo de personas se comporten de manera inadecuada, generalizar pensando que todos y todo funciona así, no es verdad.  

No es una utopía pensar que hay muchas  personas, trabajos, comunidades donde la gente respeta, es tolerante, cumplidora, valoran  a las personas y son de fiar.  

Mi amigo sabe trabajar muy bien, así que, le dije,  vamos a confiar a las personas que encuentres, comenzando en casa y les des la oportunidad de demostrarlo.  Lo más importante es no caer en el desánimo y en la depresión.  

La vida a veces me cierra muchas puertas pero me abre una ventana, y yo creo que hay que estar alerta para verla.  

Yo le aconsejo que no hay que dejar pasar ni una oportunidad por pequeña que sea, porque en donde menos te lo esperas puede estar la solución. 

Y le decía de corazón: Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.  No algo que te llegará de fuera.  

Ten presente y cree lo que hoy Dios te dice: "No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido." (Is 41,10).

 

A veces estos malos ratos son lecciones, que en el momento no lo puedo entender, pero que a lo mejor pasado un tiempo, me doy cuenta de que te sirvió para aprender algo.  

Hay que pensar que la vida, está en constante movimiento, por eso solamente debo ocuparme del presente, que es lo que puedo gestionar.  El pasado ya pasó, y el futuro no ha llegado.  A cada día le basta su propio afán.

Facundo Cabral dice: “Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo.  A ti debes hacerte libre y feliz. A pesar de los contratiempos que surjan, la vida merece vivirse, y hay mucha gente que te quiere y que le encanta compartirla contigo”.

Lee, medita y comparte. 

P. Óscar