Mi libretita blanca

Mi mamá solía hacer libretitas blancas; tenía varias y junto a ellas tenía un lapicero.  

Siempre me llamaba la atención y un día le pregunté por qué hacía eso. !Ah! me respondió, porque en ellas escribo mis pensamientos… 

Y yo decía en mi interior, cuando sea grande yo también voy escribir y… lo que es la vida, salió verdad.

Cuando ella tenía ya el cáncer de páncreas, le pregunté y me confió su secreto.  

Me confió: ”hijo cuando te sientas triste, enfermo, solo… empieza a escribir tus pensamientos, pero, ojo, está prohibido, que escribas pensamientos negativos.  

Este es tu cuaderno de la felicidad, sólo puedes hablar de las cosas que te hacen sentir feliz.  

Y… desde entonces… comienzo mi día con Dios orando, escribiendo mis escritos o oraciones; luego pongo en manos de Dios todo lo que me ha dado y tengo. Luego hago una lista.  

Si estoy desanimado, inicio el día dándole gracias a Dios por todo lo que soy, lo que tengo y lo que hago, por mis sueños, propósitos y anhelos.  

Si amanezco enfermo, le pido que se haga su voluntad y le ofrezco en cruz ese momento.   

Comienzo a pedir por todas las personas que quiero de una en una, por aquellos que me piden oraciones y por las necesidades de la Iglesia. Y Le agradezco por todo lo que tengo y me ha concedido. 

Tomo la libretita (ahora uso más las notas del teléfono, que sería lo mismo) y pongo todas las cosas que si puedo hacer hoy: orar, celebrar, escribir, escuchar música, postear un Facebook, un WhatsApp, LinkedIn, Telegram o X, una llamadita…  

Valoro cada día y deseo valorar el día a día tan lleno de posibilidades para orar, amar, servir, acompañar, aconsejar, animar, perdonar, trabajar, visitar, llamar, escribir… 

No cuento mis males. Cuento mis bienes. Lo difícil es empezar, luego me sale la lista de tirón. 

Agradezco a Dios por todas las personas que me acompañan, me ayudan, men llaman, me escriben…  

Yo creo que mis pensamientos crean mi vida… este es la más linda herencia que mi Mamita me dejó y por eso trato de tener una libretita blanca, un lapicero… o ahora con la nueva tecnología utilizo las notas de mi celular, o en mi iPad o computadora. 

Yo le doy gracias a Dios por haber tenido la mamá que tuve. Aquellos que tengan la bendición de tener una madre que les quiera y se preocupa por ti, mi consejo es que aprovechen el tiempo y le digan que la quieren y que le agradecen todos sus desvelos, atenciones, todo su cariño. Yo lo hice y siempre le recuerdo con amor. 

Lee, medita y comparte 

P. Óscar