martes, 8 de abril de 2025

Vivo creativamente

Cada día es para mí un día diferente es como una obra en proceso. Y yo soy el autor y personaje principal. He decidido no vivir rutinariamente, tipo autómata. 

Cada día voy a poner intención, chispa, alma, incluso en los detalles pequeños.

Ser creativo en el comer, algo nuevo con lo de siempre: huevo cocido, tibio, estrellado, frito, en torta, omelet… Un día arregló mi Capilla, otro decoro la casa diferente, otro en cambio de lugar las plantas, otro las cortinas, otro baño los perritos, otro cambio lavo el carro, otro la ropa de cama… 

Otras veces respondo a mi enfermedad o situación difícil con una mirada diferente. Es decorar mi espacio como si fuera un reflejo de lo que sueño. Es decir: ¿y si hago lo mismo de otra manera?

Y ojo, no siempre es fácil. A veces duele romper con lo cómodo, con lo esperado. Pero ahí es donde empieza la magia. 

Cuando me doy permiso de explorar, de fallar, de reírme en el camino, descubro partes de ti que estaban dormidas. 

Y me doy cuenta de que vivir creativamente no es una habilidad, es una elección. Una que puedo hacer todos los días.

Cuando me siento atrapado en la rutina, me cuestiono ¿Qué puedo hacer hoy, aunque sea pequeño, que me acerque más a mí mismo?

Hoy voy a orar leyendo, otras en silencio, en mi cuarto, en el santísimo, de pie, sentado, de rodillas, con un devocionario, por internet, con televisión, en carro, caminando… 

Hoy voy a leer y escribir, bailar sin música, escuchar música diferente, ver mis plantas, jugar con mis perritos, cambiar de camino al volver a casa.

Y lo hago porque mi vida no está hecha para repetirse, está hecha para crearla continuamente

Estoy convencido que Dios no me creó para vivir en piloto automático. Me formó a su imagen y semejanza, lo que significa que llevo dentro la chispa de creación. 

La creatividad no es solo pintar un cuadro o escribir un poema. Es cómo elijo vivir. Es cómo enfrento un día difícil con fe, cómo respondo con amor cuando es más fácil reaccionar con enojo, cómo llevo esperanza a los que me rodean. 

Cuando vivo con creatividad, vivo con propósito. Dejo que el Espíritu Santo me inspire, me guíe, me enseñe a ver oportunidades donde otros ven obstáculos. 

Recuerdo que no fui llamado solo a existir, sino a brillar como luz en medio de la oscuridad. Y para brillar, hace falta creatividad: en cómo amo, en cómo sirvo, en cómo construyo.

Cómo dice el Salmo: “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!” (Sal 138,13-14). 

Gracias por ser el Creador de todo lo que existe y por el don de la imaginación que has puesto en mí. Reconozco que cada idea, cada inspiración y cada momento de creatividad provienen de ti. 

Vengo ante ti con un corazón abierto y deseoso de ser un buen administrador de los talentos que me has dado.

Ayúdame a ver el mundo con tus ojos, a encontrar belleza en lo cotidiano y a transformar mis pensamientos en acciones. 

Que mi creatividad no solo refleje mis deseos, sino que sea un medio para transmitir tu amor y verdad a aquellos que me rodean.

Permíteme ser un faro de esperanza y luz, demostrando a otros que en la creatividad hay libertad y vida.

Lee, medita, ora y comparte. 

P. Óscar

No hay comentarios:

Publicar un comentario